Periodista musical desde el lejano 1994 y pinchadiscos desde el 97, la trayectoria profesional de Marc Piñol ha sido tan atropellada e imposible como cualquiera de los sets que le han hecho famoso en Barcelona.
Si alguien echa un ojo en algún viejo aB, Rockdelux, Self o Dinamo (algo poco probable si no es bajo coacción) es muy posible que se encuentre con alguna de sus asombrosas e inasibles críticas de música, cine y literatura. Además, siendo autodidacta en el campo del diseño -dejó los estudios a los 14 años apoyado por sus padres- firmó obras maestras de la publicidad minimalista y avantgarde junto a Juanjo Sáez, de Círculo Primigenio.
A partir de 1997, Marc empieza a proliferar en cabinas de bares de muy dudosa reputación aparcando su labor como periodista. Sólo un año y medio más tarde debuta como residente de la sala Nitsa y como tendero en CD Drome, agitando el día y la noche condal con una recia y variopinta selección en la que cabe de todo y bueno: electro, techno, drum’n’bass, rock, electrónica, new wave, minimal house, pop, punk y, por encima de todo, sus dos géneros favoritos: el acid y la música disco.
En los últimos años ha aparecido copando los puestos más altos en las listas de los mejores DJs nacionales del país, y no es de extrañar. Dj de Mierda -no le pregunten jamás el origen de su nombre; se enfada- es un tipo capaz de dinamitar la pista de baile con mil géneros distintos, pero jamás olvida que el público, ante todo, sólo desea una cosa: pasarlo bien.
Estuvo con nosotros deleitando a la parroquia de Slow Club, en una de las fiestas House Of Mars.
Fuente: Clubbingspain